41 Dijo entonces Saúl: «Yahveh Dios de Israel, ¿por qué no respondes
hoy a tu siervo? Si el pecado es mío o de mi hijo Jonatán, Yahveh Dios de
Israel, da = urim; = si el pecado es de tu pueblo Israel, da = tummim =.»
Fueron señalado Saúl y Jonatán, quedando libre el pueblo.
42 Saúl dijo: «Sortead entre mi hijo Jonatán y yo»; y fue señalado
Jonatán.
43 Dijo entonces Saúl a Jonatán: «Cuéntame lo que has hecho.»
Jonatán respondió: «No he hecho más que probar un poco de miel con la
punta de la vara que tenía en la mano. Estoy dispuesto a morir.»
44 Saúl replicó: «Que Dios me haga esto y me añada esto otro si no
mueres, Jonatán.»
45 Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Es que va a morir Jonatán siendo él
quien ha conseguido esta gran victoria en Israel? ¡Dios nos libre!
¡Vive
Yahveh! que no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque
con
ayuda de Dios lo hizo.» Así rescató el pueblo a Jonatán y no murió.
46 Regresó Saúl de la persecución de los filisteos y los filisteos
alcanzaron su país.
47 Cuando Saúl se constituyó rey sobre Israel guerreó por todas partes
contra todos sus enemigos: contra Moab, los ammonitas, Edom, el rey de
Sobá y los filisteos; doquiera se dirigía resultaba vencedor.
48 Hizo proezas de valor, batió a los amalecitas y libró a Israel
del
poder de los que le saqueaban.
49 Los hijos de Saúl fueron: Jonatán, Isyó y Malki Súa. Los nombres
de sus dos hijas eran: Merab la mayor y Mikal la más pequeña.
50 La mujer de Saúl se llamaba Ajinoam, hija de Ajimaas. El jefe de
su ejército se llamaba Abner, hijo de Ner, tío de Saúl: